domingo, 2 de octubre de 2011

Reseña: El Bebedor de lágrimas - Ray Loriga


Título: El Bebedor de lágrimas.
Autor: Ray Loriga.
Editorial: Alfaguara, 2011.
ISBN: 9788420407593.

«Tus besos son solo tuyos, pero tus lágrimas me pertenecen».
Ray Loriga se adentra en la literatura cross-over (enfocada a un público adulto con características juveniles; que no tiene barrera de edad) con esta primera parte de una saga nada convencional, una mezcla de novela policíaca y paranormal.

La novela comienza con una leyenda de Carnwell, la nueva ciudad en la que se instala Adela para estudiar Historia del Arte: Dicen que hace unos cien años llegó a Carnwell una chica prometida en matrimonio; dicen que cayó en el engaño de un falso enamorado para ser luego burdamente despreciada; y dicen también que sus lágrimas trajeron hasta ella su pretendiente, que vengó la afrenta matando al traidor antes de despedirse de su amada. Dicen que desde entonces el Bebedor de Lágrimas, que vaga aún como alma en pena arrastrando su espada por entre los olmos, vendará a cualquier chica engañada en el campus. 

Adela es una joven de dieciocho años que va a comenzar la Universidad. Nada más llegar a Carnwell, entablará amistad con Laura, una chica de la que se hará inseparable. Tras  conocer a la extraña Eudora Mills, la anciana que está al frente de la residencia en la que se alojarán, deciden ir a una fiesta de bienvenida en White Whale, unos de los bares más famosos de la ciudad.
Allí está Stephan, un chico que no tardará en intentar ligar con Adela, pero menos tiempo tardará en hacer acto de presencia el Bebedor de lágrimas.

Laura, quien a mí, personalmente, me parece que algo oculta, trata de hacer creer a Adela que todo ha sido una pesadilla. Pero Adela, reticente, no está del todo segura. 
Al poco tiempo, en la cafetería, conocerá a otros dos chicos, Carl y Alberto, que también conocerán al Bebedor. Ahí comienzan entonces las dudas de Adela: no puede ser todo un pesadilla, algo tiene que haber de cierto en la conocida leyenda.

Dos policías, Augustus C. Warden y su madre, una viejecita encantadora, serán los que lleven el caso de los misteriosos asesinatos. Se complementan perfectamente, uno es perfecto para las tareas físicas y la otra es quien ejerce de cerebro pensante.

Por otro lado, están Lawrence Kóbor y Puck, los personajes del lado de lo fantástico. Son dos fantasmas muy importantes en el transcurso de la novela. Puck tiene unos toques de humor muy buenos, con los que he soltado más de una carcajada.

Lo paranormal, lo real, lo fantástico y lo ordinario, empezarán a mezclarse a lo largo de toda la novela. Extrañas apariciones, el diario de Laura y su extraño comportamiento, que ha cambiado desde la muerte de los dos chicos, el Diablo, tantos secretos por resolver...te harán disfrutar de esta novela, que no podrás parar de leer hasta que alcances el final -y entonces desearás que publiquen la segunda parte para saber cómo continúa la historia-.

Estilo narrativo: He de confesar que tenía el ojo echado a alguna novela -de las clasificadas como adultas- de Ray Loriga, pero nunca me había atrevido con él. El estilo narrativo en este libro es especial, es un lenguaje que te hace sentir la historia muy cercana, a pesar de todos los elementos fantásticos que contiene. También, el uso de marcas comerciales contemporáneas, como Facebook, Twitter, Ikea... te hace sentirte identificado con hechos que todos los jóvenes hacemos hoy en día.
Así que sí, el estilo me ha gustado.

Agilidad de la trama: La agilidad es muy adecuada en todo momento: en las descripciones de los ambientes y de las apariciones de el Bebedor sobre todo. No utiliza unas descripciones exhaustivas, pero tampoco se queda corto, es un término medio, adecuado para el registro que utiliza. Además, la acción no decae en ningún momento. Cuando parece que no puede ocurrir nada, ocurre. Es un sube y baja continuo en cuanto a la acción.

Personajes: Perfectamente logrados. Es de destacar el personaje de Laura, sus largos monólogos en medio de una conversación, lo rápido que habla y cómo el autor lo transmite, es muy fácil imaginártela. Por supuesto, los personajes del lado de lo fantástico también están muy bien logrados y cómo consigue entremezclarlos con el mundo real. Adela es un poco sosa, pero creo que es el papel adecuado; se nos presenta como una muñeca a la que casi todos manejan, con una personalidad no muy marcada,. Pero creo que será muy interesante ver cómo evoluciona en los siguientes libros.

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