Título: Las siluetas del fuego.
Autora: Elisa Arráiz Lucca.
Editorial: Alrevés, 2011.
ISBN: 978-84-15098-34-8.
También disponible en e-book (8,00 €).
Dos amigas se reúnen gracias a la figura de Zenobia Camprubí y deciden comenzar a contar su historia. Las amigas comenzarán a investigar y a interesarse más aún por Zenobia y, a través de la historia central, veremos entrelazada otra: la de la propia Zenobia.
Conoceremos su vida diaria, su día a día como esposa de Juan Ramón Jiménez -que es una parte muy interesante-, su vida anterior a conocerle, y además, veremos realzada su vida como figura femenina en la época que le tocó vivir.
Y no sólo eso, también podremos observar el contexto histórico pasado y presente, y la propia vida de las dos amigas (sus opiniones, la vida con sus correspondientes maridos...) a través de la voz principal, Marisa. Además, las amigas irán pasando por los lugares por los que anteriormente pasó Zenobia, como Puerto Rico, Miami, Caracas... y también con política, como el autoritarismo de Chávez en Venezuela.
Veremos el comportamiento liberal y la avanzada personalidad de Zenobia, quien finalmente logra casarse con el hombre al que amó toda su vida, a pesar del rechazo de su madre. El amor que sentían les llevó a ambos a exiliarse, debido a que Juan Ramón Jiménez había apoyado a la República. Ahí también comienza la vida literaria de Zenobia, con sus traducciones de los poemas de Rabindranath Tagore, algunas obras propias y sobre todo, sus interesantes diarios, en el que plasma muy personalmente todas sus vivencias.
Se nos presenta a una Zenobia muy fuerte, más que su marido; siempre está intentando buscar el lado bueno de las cosas, un pequeño rayo de sol en su dura vida, que tendrá su máximo esplendor cuando Juan Ramón obtenga el Premio Nobel de Literatura en 1956. Al poco de serle entregado, ella muere -él la sobrevivirá dos años-, y a nosotros nos queda la incertidumbre de si realmente fue feliz durante su vida.
Estilo narrativo: He de decir que al principio me chocó un poco el lenguaje. Pero en cuanto te acostumbras, te das cuenta de que es necesario que sea así, que es una táctica de la autora para situarnos en el presente y en el pasado. Cuando estamos situados en el presente, el lenguaje es mucho más moderno, muy actual. Además, se nos hacen continuas referencias a paisajes o construcciones modernas, como el MoMA, los grandes aeropuertos internacionales y demás, ya que las dos amigas son muy cosmopolitas. Cuando nos situamos en el pasado, -aunque no a través de flashbacks necesariamente-, el lenguaje es mucho más adecuado, pero no por ello anticuado ni sobrecargado, sino todo lo contrario, un lenguaje sencillo.
Agilidad de la trama: Me ha gustado cómo está repartidos los capítulos, la división de los días que pasan en las distintas ciudades que vivió o visitó Zenobia Camprubí, es una manera muy original para agilizar la trama, con enlaces entre el pasado -que en realidad, no es tan pasado-, y el presente.
Personajes: Al principio las dos amigas me parecía que tenían una "historia oculta" por así decirlo, debido a su comportamiento. Y no estaba muy mal encaminado. No pensé que la autora fuese a describirnos también la vida de las dos, pero sí. Y son dos historias muy interesantes, que te ayudan a entender el porqué de su personalidad.
Y, por otro lado, por supuesto, el personaje de Zenobia Camprubí está perfectamente delineado. Conoces a una Zenobia muy cercana, una persona normal que de pronto se vio involucrada en una historia que, en cierto modo, le hubiese sido ajena si no se hubiese enamorado de Juan Ramón Jiménez y no hubiese luchado tanto por su relación.
1 comentario:
Hace unos días, rebuscando entre los libros de mi casa, encontré este.
Me leí la sinopsis y me llamó la atención el nombre de Zenobia, porque me recuerda a Zénobe, un personaje mío :)
Pero no me decidí hasta ahora, que me animaré, a pesar de que no sea especialmente mi estilo de lectura.
(cosquillas)
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