Título: El gran cuaderno. Pertenece a la trilogía 'Claus y Lucas', formada también por La prueba y La tercera mentira.
Autora: Agota Kristof.
Editorial: El aleph, 2007.
ISBN: 9788476697108.
Precio: 24.85 €.
También disponible en edición de bolsillo: Quinteto, 2009. 9.95 €.
En plena guerra en un pueblo desconocido, una madre abandona a sus dos hijos gemelos con su abuela, una mujer malvada y extremadamente cruel conocida en el pueblo como 'La bruja'. No tardarán mucho tiempo en aprender a defenderse de los demás habitantes con distintos métodos, cada vez más brutales.
Cuando comienza la historia, podemos sentir el opresivo ambiente en el que se desarrolla la historia. Estamos en plena guerra y los escenarios son sombríos y amenazadores. Por ello, Claus y Lucas cuando llegan a casa de su abuela y ven lo que ella pretende hacer de ellos, tratarles como esclavos, comienzan a escribir un diario en el que anotan sus historias para sentirse un poco más libres. También en ese cuaderno comienza una especie de ritual, unos 'ejercicios' que deben llevar a cabo para fortalecer su mente, su espíritu y su cuerpo; por ejemplo, aguantar palizas del otro hermano, hacerse los muertos, etc.
Varios personajes irán entrando poco a poco en la novela, como un cura y su asistenta, una jovencísima niña -retrasada mental, un recurso irónico- , un militar e incluso una falsa prima, que serán algunos de los sujetos que se someterán -o serán sometidos por obligación- a distintas vejaciones (saqueos, deportaciones, asesinatos, violaciones, zoofilia...).
La abuela, por su lado, nos demostrará que en el fondo tiene un buen corazón, pero herido por varios acontecimientos de su vida. De ahí su avaricia y su odio, pero acabará mostrando su amor hacia sus nietos. Nunca debemos olvidar que todos los personajes de esta novela tienen sentimientos, es un elemento muy importante en la narración, ya os daréis cuenta.
En resumen, creo que es un libro que plasma la explotación gratuita del dolor, del horror que se vive durante una guerra. Para ello, Agota Kristof utiliza un lenguaje llano, sin adornos ni florituras de relleno. Sus frases son cortas, incisivas, cada una está llena de los elementos justos. Esto, sumado a los reducidos capítulos -de dos o tres páginas-, consigue crear un ritmo frenético. Además, personalmente creo que es necesario leer los tres libros seguidos, como si fuese uno solo.
El final del primer libro, que tiene sobre doscientas páginas, os hará querer leer inmediatamente el segundo, os lo aseguro. Es uno de los mejores libros que he leído este año.
Estilo narrativo: Magnífico. Como ya he dicho más arriba, los elementos que utiliza -frases cortas, diálogos espinosos, caracterización de los personajes...-, hacen de esta novela una auténtica delicia. Es un estilo muy peculiar y rompedor.
Agilidad de la trama: Los elementos anteriormente descritos van aumentando la rapidez narrativa. Y, sumado a lo que engancha la novela, se lee en un momento; ni te das cuenta. Entonces, querrás seguir leyendo, por eso recomiendo tener el tomo que reúne la tirlogía.
Personajes: Absolutamente perfectos. Todos descritos con un lenguaje desnudo, sin tapujos. A veces nos olvidaremos de que tienen sentimientos, parecen deshumanizados, pero veremos que no es así.
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